Isabel de Carvajal, de familia acomodada aunque no noble, es una hermosa joven que además posee una fortaleza física y un valor poco comunes en su sexo. Caza el jabalí y el lobo, tira la ballesta, recorre sola las fragosidades de la sierra y todo ello no impide que conserve fragante feminidad. Seducida Isabel por un sobrino del Obispo de Plasencia, huye a la sierra de Tormantos para ocultar, en aquellas soledades impresionantes, su dolor y su deshonra; allí se vengará de todo varón que se adentre solo en la sierra, matándolo tras seducirlo y gozarlo. Un pastorcillo, más avispado que ella, logra escapar y cuenta lo ocurrido. Isabel es capturada por la justicia y muere en la horca de Plasencia.